viernes, 1 de agosto de 2008

Ultimate Japan

El último día útil en Japón había llegado, un poco con tristeza encaré la visita final : Nara (ciudad por cierto hermanada con Toledo, también hay cultura en mi blog)
Fuimos al conocido como "parque de los ciervos". ¿Y alli qué habia? os preguntareis... Pues unos 1500 ciervos en libertad. Al principio los ves y dices ooooy que boniiitooooos, son como Bambi... Ahora comprendo a los cazadores que mataron a su madre. Bichos inmundos, te seguían como las ratas al flautista, te cerraban el paso, te daban golpecitos, todo con tal de que les compraras galletas. Era como ir al zoo con un niño tonto, paaapa comprame galletas, tengo hambre papa, yo quiero galletas papa, venga joo porfi... Un niño tonto que encima se caga por todas partes.
Lo peor es que si les comprabas las galletas encima te las quitaban de las manos, algunos se peleaban entre ellos, se te subian encima... ciervos sagrados...putos yonkis de las galletas.
La madre de Bambi se dedicó a dar el coñazo a unos pobres pastores hasta que les inflaron las narices, estoy seguro.

A la izquierda podeis ver una persona acosada por los bichos


-No, no hice zoom. Mi mujer está detras del ciervo

Dentro del parque de los ciervos me encontré a una tuna segoviana que se habían ido a hacer la foto con el traje de terciopelo puesto. Con los 32º grados a la sombra y la humedad al 85% los tunos olían peor que los ciervos... a quien se le ocurre.

-Esta sí tiene zoom, cualquiera se acercaba a la tuna

Visitamos la construcción de madera más grande del mundo, el templo Todaiji, que alberga el buda mas grande de todo Japón, 15 metros de altura sentado, (de pie no se sabe, aún no se ha levantado. Una vez al año abren el ventanuco para que Buda asome la gaita.
Tambien visitamos la capilla Kasuga Taisha o templo de las mil linternas, por las mil linternas que hay desde el camino al templo.



No nos dió tiempo a mucho mas y regresamos a Kioto a comernos un arroz con curry en la estación de tren.
Del berrinche del último día me quedé dormido sin saber de que se reia hoy una especie de humorista calvo que salía en todos los canales de tv (menos en el canal guarro)

Al despertar aún llorando, fuimos al aeropuerto de Osaka a coger el vuelo que tras 13 horas nos devolvería a Madrid, donde nada mas bajar del avión escuché el griterío y dije entre sollozos...
-Sí, ya estoy en España.
Eeel finaaaaal deeeeel veranooooo, llegó y tu partiraaaaaaas

Busqué una máquina de vending para comprar Aquarius, porque llorar durante 25 horas deshidrata un poco, y al no encontrar ninguna me entró otro berrinche (en Japón sabreis que hay una cada metro y medio). Total que no encontré ninguna, lo pedí en un bar del aeropuerto y al pedirme 3€ por la botellita rompí otra vez a llorar.


The end?

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